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Artes visuales Nicaragua.

  • Foto del escritor: CARLOS ENRIQUE GARCIA FLORES
    CARLOS ENRIQUE GARCIA FLORES
  • 23 abr 2016
  • 8 Min. de lectura

Jorge eduardo Arellano: Poeta, narrador y ensayista nicaragüense, nacido en Granada (Nicaragua) en 1946. Autor de una brillante producción literaria que comprende tanto la propia escritura creativa como la reflexión crítica y ensayística sobre los más variados aspectos de las Letras nicaragüenses contemporáneas, está considerado como uno de los intelectuales más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en el panorama cultural de su nación.En su condición de poeta, Jorge Eduardo Arellano se dio a conocer en la década de los años sesenta por su participación activa en el grupo poético denominado "Los bandoleros", fundado por el propio escritor de Granada y el también poeta nicaragüense Francisco de Asís Fernández. Posteriormente, su vocación de infatigable animador y promotor cultural le impulsó a editar la revista literaria La estrella perdida (1969), en la que vio la luz una parte considerable de sus composiciones líricas. Consagrado, a partir de entonces, como una de las voces cimeras de la moderna poesía nicaragüense, difundió también sus versos a través de los principales rotativos y revistas de la pequeña república centroamericana, en la que pronto ocupó un lugar de honor entre los escritores especializados en el tratamiento de los temas políticos. Junto a estas preocupaciones sociales, la creación poética de Jorge Eduardo Arellano muestra otra veta mucho más íntima y sosegada, configurada por gran número de poemas en los que ahonda en diversos aspectos relacionados con sus relaciones amistosas o familiares, así como en las inquietudes religiosas que agitan su vida espiritual. En España, el sello editorial valenciano del Instituto de Estudios Modernistas publicó una muestra antológica del quehacer poético de Jorge Edmundo Arellano, titulada Inventario contra la muerte (antología personal).El resto de su producción creativa se completa con la recopilación de relatos publicada bajo el título de Historias nicaragüenses (1974); con la novela extensa titulada Timbucos y calandracas (1982); y con la serie de crónicas viajeras agrupadas en el libro Cuaderno de Andalucía (1977). Como narrador, Jorge Eduardo Arellano sobresale principalmente por la impecable factura de sus cuentos, casi siempre concebidos como un intento de explicar, desde una perspectiva literaria cercana al realismo tradicional, las costumbres y las formas de vida de sus compatriotas.

Rodrigo Peñalba (15 de mayo de 1908–3 de junio de 1979) fue un pintor nicaragüense.

Nació en León, Nicaragua.En 1925 estudió pintura en Estados Unidos y México.Luego desde 1933 a 1946 estudió en diversas academias de pinturas.

Después de que regresara a Nicaragua, fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Nicaragua (1960–1973). Participó en varias exposiciones nacionales e internacionales y en varios concursos.El 3 de junio de 1979. Pasó su infancia y primera adolescencia en León. Hijo de don Pastor Peñalba Argüello, heredó de su padre la vocación y el oficio de pintor. Bachiller del Colegio Centroamérica de Granada, marchó en 1925 a México y Estados Unidos a estudiar pintura. Posteriormente estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1933-1937) en la Academia de San Carlos de México (1937-1939), y en la Regia Scuola di Belle Arti, en Roma (1938-41). Regresó a América en 1946, expuso en Nueva York y Washington en el gran momento inicial de la Escuela de Nueva York y su pintura expresionista y figurativa, fue saludada por la crítica estadounidense. En 1948 fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Nicaragua, en Managua, desde la cual a lo largo de dos décadas (1960-1973), amaestró, fundamentó, estimuló y organizó el movimiento pictórico nicaragüense. Es el pionero y el maestro por excelencia de nuestras artes plásticas. Desde 1946 hasta poco antes de su muerte participó en innumerables exposiciones colectivas nacionales e internacionales, dos retrospectivas y varios concursos. Nutrido del arte moderno europeo y mexicano, se propuso explorar y expresar la americanidad y concretar un arte integral (pintura, escultura y arquitectura), iniciando en Nicaragua el muralismo y el materismo y realizando la pintura religiosa colonial y el retrato criollo y burgués de los siglos XVIII y XIX.

Carlos montengro.

Pueblos indigenas de Nicaragua.

"PIEDRAS PINTADAS"

Unas cuarenta piedras con petroglifos, con un resultado total de 524 motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos, han sido inventariados como parte de la investigación que el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) está ejecutando en el sitio arqueológico de Piedras Pintadas, ubicado a ocho kilómetros al este de la ciudad de Villa Sandino, en el departamento de Chontales.

PIEDRAS PINTADAS (bajos relieves)

Unas cuarenta piedras con petroglifos, con un resultado total de 524 motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos, han sido inventariados como parte de la investigación que el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) está ejecutando en el sitio arqueológico de Piedras Pintadas, ubicado a ocho kilómetros al este de la ciudad de Villa Sandino, en el departamento de Chontales. Los especialistas han encontrado en el lugar una gran cantidad de restos culturales pertenecientes a nuestros antepasados precolombinos, entre ellos centros habitacionales importantes como Garrobo Grande y una considerable cantidad de petroglifos en piedras, cuya cantidad más adelante podría superar las 200 rocas, según estimaciones. a alta concentración de grabados que hay en ese lugar”, manifestó la arquitecta María Lily Calero. En su informe, Calero explicó que las rocas encontradas son arenosas, susceptibles a los daños producidos por el Sol, el agua, las plantas y las quemas que en algunos casos deterioran irreparablemente la estructura interna y externa.

Entre los hallazgos geométricos sobresalen los dibujos tallados en forma de líneas, círculos, espirales y algunos indeterminados. Hay representaciones de animales míticos como la serpiente emplumada, además de huellas de pájaros, tortugas, felinos, cangrejos, saltamontes y muchos lagartos. En el caso de los antropomorfos lograron identificar detalles de decoración corporal, principalmente vestidos.

Gil González Dávila

(Ávila, h. 1480 - 1526) Conquistador español. Criado del obispo Fonseca, consiguió una capitulación para explorar el Mar del Sur junto con Andrés Niño. Al llegar a Panamá, Pedrarias puso dificultades y sólo dio medios cuando se le ofreció participación en la empresa, que tardó dos años en organizarse. Dávila llegó a Costa Rica, donde fue bien recibido por los nativos, y siguió a Nicaragua, donde el cacique Nicarao le dio oro y se bautizó junto con 15.000 indios. De regreso a Panamá, convencido de haber descubierto un paso de mar a mar (a través del lago de Nicaragua), tuvo que huir a Santo Domingo debido a la hostilidad de Pedrarias. Iniciada una nueva expedición por Honduras, tuvo serios problemas con Hernán Cortés, quien le acusó de usurpador y mandó a Olid a someterlo. Olid se puso de acuerdo con Dávila, y ambos derrotaron a los oficiales de Cortés que le perseguían. Fue finalmente apresado y enviado a México, desde donde regresó a España.

Toribio Jerez

(Pintor) León 1821-1896, Usaba la técnica de óleo sobre tela, hiel pura para dar el color natural de la carne, pegaba y fabricaba sus colores con tierra y vegetales. Nació en León, hijo de Don Julio Jerez y Victoria Tellería Apolinar, su hermana Victoria Jerez de Bermúdez es la abuela del sacerdote y poeta Azarías H. Pallais. Es considerado por los estudiosos y críticos de la historia del Arte Nicaragüense como el precursor de la pintura propiamente nacional y su estilo es inconfundible cuando se abordan los temas religiosos, el uso de los colores cálidos, propios del trópico es combinado con un realismo ingenuo y simbólico.

Fernando Saravia:

nació en Managua, Nicaragua en 1922. Pintor, Escultor y Docente. Alumno de la Escuela de Bellas Artes desde 1941, bajo la dirección de Genaro Amador Lira, su maestro de escultura. Pasó a ser profesor de la misma y a partir de 1948, junto con Rodrigo Peñalba, formaron a la nueva generación de artistas plásticos nicaragüenses. Autor de importantes monumentos escultóricos del país, ha expuesto dentro y fuera de Nicaragua desde 1955 cuando participó de una muestra de seis artistas nicaragüenses en la Galería de la Unión Panamericana de Washington, D.C. EUA. Estuvo presente en el Pabellón Centroamericano en la Feria Mundial de Nueva York en 1964 con la escultura Pájaro de Fuego. En 1990 el gobierno de Nicaragua lo distinguió con la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío. En 1992 Galería Códice organizó una retrospectiva de su obra en homenaje a sus 70 años de vida. En Enero y Febrero de 1997, como homenaje a sus 75 años de vida y 50 de ininterrumpida labor artística, el Instituto Nicaragüense de Cultura le concedió la Medalla a la Excelencia, en oro. CÓDICE y el Banco de la Producción BANPRO editaron el segundo Libro de la Plástica Nicaragüense dedicado a su obra, con textos de Julio Valle Castillo, el cual fue presentado, junto con una exposición de obras recientes, en el Centro Cultural Managua. Esta I Bienal de Pintura Nicaragüense Fundación Ortíz Gurdián también le hizo un reconocimiento especial. La verdadera vocación de Saravia era la de escultor, que le sirvió para forjar a otros artistas como Ernesto Cardenal, Noel Flores, Leoncio Sáenz, Orlando Sobalvarro y Erasmo Moya. Saravia fue el único pintor fundador de la antigua Escuela Nacional de Bellas Artes. Su legado se mantendrá latente en las próximas generaciones a través de la calidez de su obra.

Armando morales: Morales se mudó a temprana edad con su familia a Managua. Fue desde ese tiempo que empezaba a mostrar interés por el arte, pues a los 11 años pintaba paisajes imaginarios. Cursó estudios en la Escuela de Artes Plásticas de Managua bajo la dirección de Rodrigo Peñalba. A los 19 años fue becado para estudiar en Estados Unidos, pero sería aplazado por no contar con los gastos complementarios. . A partir de 1959 participó en varias exposiciones internacionales en América y Europa, donde recibió varios premios. Una vez en en Nueva York, Morales fue influido por la tendencia abstracta de artistas americanos y europeos del momento. Hacia 1966, dejó la abstracción para volver a lo figurativo, pintando paisajes tropicales y la figura humana, pero no dejando los elementos contemporáneos (gamas de colores impresionistas, la textura y los fondos misteriosos). Según la revista En Exclusiva el estilo de Morales era: La combinación de lo contemporáneo con elementos de su tierra natal forma su estilo personal, un estilo realmente único y que le pertenece sólo a él. Y es que cuando un conocedor se encuentra frente a uno de sus cuadros sabe a primera vista, indiscutiblemente, que se trata de un Morales. En 1972 trabajó como profesor de pintura en el Cooper Union de Nueva York, y luego pasó a ser agregado cultural del Consulado de Nicaragua en esta ciudad. Morales vivió y trabajó durante muchos años en esta urbe, realizando innumerables viajes a Europa y Latinoamérica. En 1982 se trasladó a París. El año siguiente (1983), Morales conoció al galerista Claude Bernard (uno de los más reconocidos dentro del mundo artístico), quien luego se convirtió en su principal representante. Con este galerista, Morales tuvo exposiciones individuales en la Galería Claude Bernard de París y en las ferias FIAC y Art Miami. Morales también tuvo exposiciones en los principales museos de Perú, Bogotá, Caracas y México, D. F., entre otros. De su obra, Morales opinó: Aun si mi pintura no tiene los colores brillantes, vistosos que se identifican con la idea que se tiene de lo latinoamericano, es muy latinoamericana en la forma de acercarse a la pintura y a sus temas. El hecho que trabaje mis cuadros en París, Londres o Nicaragua es circunstancial. Siempre son mis bodegones, mis desnudos y mis selvas. Asimismo, en cuanto a su ambiente de trabajo, aseveró: Prefiero evitar situaciones de la vida cotidiana, ver televisión o leer los periódicos. Tengo un almacén de imágenes y cuanto más limpio esté de basura, más probable es que las ideas útiles permanezcan allí.6 Uno de los comentarios de Gabriel García Márquez en el Prólogo del catálogo de la exposición en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo en París de 1992, asevera acerca del artista: Armando Morales es capaz de pintar cualquier cosa, cualquier instante, cualquier sentimiento, sin someterlo a la servidumbre de ninguna moda. Es realista de una realidad que sólo él conoce y que lo mismo puede ser del siglo XVI que del siglo XXI: el tema determina el modo.

Grupo praxis :

Ernesto Gardenal :

Ernesto Cardenal Martínez (Granada, Nicaragua, 20 de enero de 1925) es un poeta, sacerdote, teólogo, escritor, traductor, escultor y político nicaragüense de fama mundial, ante todo, por su obra poética, que le ha merecido varios premios internacionales. Es reconocido como uno de los más destacados defensores de la teología de la liberación en América Latina.


 
 
 

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